30S: a plantar semillas

Debo reconocer que me impactó ver casi desierta la Gran Vía de Madrid, pasadas las 12 de la mañana y pese a estar abierta al tráfico. Parecía el amanecer de un primero de Enero. Algo sucedió ayer aunque traten de minimizarlo. Por mi parte, esperaba una casi nula respuesta de esta sociedad adormecida, y quedé gratamente sorprendida. Contemplar la pantalla en huelga de Telemadrid –también lo estuvo la de Canal Sur- como en los mejores tiempos, asistir al paro inicial de transportes, mercados y recogida de basuras resultaba alentador. Por parar, paró, hasta la Casa Real, lo cual es un detalle.

Había menos gente en la calle y calculó que cerraron entre un 20% y un 30% de las tiendas. Entre ellas, ésta que veis más arriba, en la zona alta de Alcalá, de ropa ultrabarata, cosida con dolor y esfuerzo muy lejos de aquí que, al menos, sirve a sus obreros para comer. Ropa china. Los chinos destacaron por sus cierres pactados con los sindicatos. Otro detalle de buena vecindad.

Las mil y una televisiones (hay tanto de todo) preguntaban a los indecisos comerciantes por qué no levantaban la persiana. Dicen los antihuelga que no abrían por miedo. Tuvimos, en consecuencia, un 80% de valientes. Esos que apuestan por el pan para hoy y el hambre para mañana.

Por lo demás, la manida “guerra de cifras” (son tan extenuantemente aburridos). Lo cierto es que fue una huelga suficiente pero que… no cambiará nada. Muchos ciudadanos ejemplares prefieren ser despedidos con 20 días por año trabajado, al albur de la todopoderosa patronal, que perder una jornada de cobro. Y significarse. Y a lo peor ser despedidos de todos modos. En parte tienen razón. El asunto está muy crudo. Cada día más.

Un gran lamparón blanco, supuestamente firmado por anarquistas, se cuela en la Puerta del Sol. Acusa a los sindicatos de inacción previa. La enorme pancarta es descolgada entre aplausos (críticas ni una). La manifestación termina en acto sindical. Algo huele ya demasiado a naftalina y urge drásticos cambios.

La noche termina para mí en ratonera. En la de este Madrid imposible y sus ciudadanos del “yo primero”. Siempre en obras, mal señalizado, enormemente difícil de vivir. Es la capital podrida del reino, caótica, tercermundista. El primer gobernante que se decida a vaciar la casa, airearla, limpiarla con buenos detergentes y colocar otra vez los muebles con criterio, quemando los inservibles, nos sacará de la caspa secular. Ésa que en modo alguno erradicarán  los Trillos y Sorayas, Cospedales, Aguirres, Camps y Rajoyes, porque no lo hacen allí donde gobiernan. Todo lo contrario. Por días sueltan más escamas grasientas de su cuero cabelludo para engrosar el montón.

Si algo valoro del denostado –ahora con razón- Rodríguez Zapatero, es que intentó meternos en Europa. De verdad, modernizando a la sociedad. Las medidas debieron ser mucho más profundas. Ésas, las de poner la casa patas arriba. Además, ya no hay Europa a la que volver. Votásteis –los que lo hiciéseis, yo no- a los azules esbirros de “los mercados” y la regresión. Mi ídolo, Viviane Reding, ha sido derrotada. La UE se achanta ante el xenófobo oportunista Sarkozy, y traga con la expulsión de gitanos. Y en Holanda, pese a las reticencias, la ultraderecha pacta con los conservadores para permitir su gobierno.

En España la prensa ultra ha tomado el poder. Cuenta muy bien por qué, como siempre, Javier Pérez de Albéniz. Ay, el presidente de amigos mediáticos en qué fiasco nos ha metido con la inestimable colaboración de la derecha política que otorga licencias de TDT. Esa prensa habla de fracaso de la huelga, y de los terribles piquetes. TODA la prensa llama “antisistema” a un grupo de gamberros que operaron en Barcelona. Me ofende ¿Qué otra cosa se puede ser que “antisistema” en un mundo que condena al hambre y a la muerte a dos tercios de la población y que ha sometido a los políticos?

En otra de sus inefables portadas, La Razón alude a la violencia de los piquetes… obviando que una furgoneta de la imprenta, donde entre otros se edita su periódico, embistió a un grupo de 4 sindicalistas que trataban de impedir que se distribuyera tan imprescindible diario e hirió de gravedad a una de sus componentes, una mujer de 51 años. Ella, Azucena, tiene una herida en la cabeza que ha requerido 13 grapas, otra en la cadera, y diversas contusiones. Al grito de «dádles, dádles», desde el interior, la furgoneta le pasó por encima. La suerte ha querido que no haya sufrido daños neurológicos. Ella, su familia y amigos, serán quienes más recuerden el 29S durante meses probablemente. Esta portada de La Razón, en estas circunstancias, evidencia unos «bemoles» que ni los del caballo de Espartero.

Hace más de tres décadas, claveles rojos derribaron una dictadura en la vecina Portugal. Ideas nuevas que germinaron en una sociedad unida. Ésa es la clave para, al menos, aflojar la argolla que los poderes confabulados de unos pocos han anudado al cuello de toda la ciudadanía. Prendamos la semilla de una hortensia, de un tomate… de la unidad.

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21 comentarios

  1. Muy bien, Rosa María, estoy totalmente de acuerdo contigo. Esto tiene que regenerarse o vamos cada vez peor. Saludos.

  2. Zana

     /  30 septiembre 2010

    Me apunto a la idea de sembrar, pero opto por sembrar ideas. Ideas que nos saquen de esta oscuridad en la que, contradictoriamente, la era de la tecnología nos está metiendo.
    Me apunto a la idea de sentarnos y pensar. Pensar hasta que nos duela. Y no parar hasta que hallemos la respuesta que nos aclare cómo es posible que sigamos sin distinguir.
    ¿Cómo es posible que los trabajadores ya no distingamos entre ellos y nosotros? ¿Entre esclavos y esclavistas? ¿Entre populares y socialistas? ¿Entre socialistos y socialistas?
    Sí, me apunto a la idea de sembrar. Sembrar para recoger, quizás dentro de dos generaciones -la de nuestros nietos- porque me da a mí que, ahora, estamos en barbecho.

  3. araphant

     /  30 septiembre 2010

    La huelga era la mínima acción necesaria, sí. Mejor eso que seguir sentados, sí. Pero me pregunto varias cosas. ¿Cuántos de los que siguieron la huelga lo hicieron por miedo? ¿Cuántos de los que siguieron la huelga lo hicieron simplemente para castigar a Zapatero? Y la pregunta más importante, la que me hizo no seguir la huelga de ayer: ¿Ahora qué?

  4. Siempre que escucho «Grándola Vila Morena», me sigo emocionando como en aquella jornada de abril en la que un pueblo hermano, al que no tratamos como debiéramos y del que tanto tenemos que aprender, dio una lección de dignidad. Muchos españoles ignoran que Viriato era lusitano.

    Un besote,

  5. eliecer

     /  30 septiembre 2010

    Lo que hay que sembrar es valentía y confianza y dejar atrás el miedo que nos tiene aislados, yo ayer a pesar de mis sentimientos encontrados, lo mal que me caen los sindicaleros pero lo necesario que me parecen lo sindicatos, hice huelga. Servirá o no servirá, no sé, a mi si e me ha servido para decirle a Zapatitos que su sueldo se lo pago yo no el consejo directivo del Finantial Times.

  6. La gente que no ha ido a la huelga no sabe lo que hace. Y los que sí hemos ido tenemos que seguir haciendo lo que se pueda. Los chicos de los mercados vienen a por más http://www.elmundo.es/mundodinero/2010/09/30/economia/1285828069.html
    Pobre Zapatero, y lo digo con toda sinceridad. Cuando todo esto empezó se vio en una disyuntiva: o tragaba con las órdenes de la UE y renunciaba a su política, o no tragaba y se arriesgaba a que destrozasen el país. Eligió el camino peor para él -porque iba a granjearse el odio de los suyos-, pero al menos salvaría al país de los saqueadores que machacaron Grecia. De poco ha servido, los saqueadores aún siguen en la puerta.

  7. En un día de resaca como hoy, depende del periódico que uno lea se habla de éxito o de fracaso, pero esto es lo de siempre, así que hace falta leer muchos y aún sí no llega uno a saber su verdadera dimensión. La huelga era necesaria, supongo que desde hace mucho, pero en cambio, he hablado con gente que a pesar de estar de acuerdo con la acción, con hacer huelga, estaban tan defraudados con los sindicatos, que incluso al final decidieron trabajar. Creo que la sociedad está dormida, sí, pero es que nos anestesian, con ese tono de gresca permanente en periódicos, televisiones y radios, con muchos políticos de un perfil tan bajo, con ese Congreso tan vacío e ocasiones, otras con tan fervientes aplausos, que al final a veces pienso que les mueve más el deseo de poder que de gobierno. El CIS habla de que la clase política es percibida como el tercer problema de este país, ahí es nada. Y uno se cansa, se fatiga. Y tras esta reflexión yo también me preguto ¿Ahora qué? Ya está hecha la huelga. También me he acordado ayer y hoy de todos esos parados, que ni tienen el derecho a trabajar, ni a la huelga, porque es complicado aplicarla cuando de facto no se trabaja. ¿Qué pasará con ellos? Sigo teniendo muchos interrogantes sobre esta huelga y sus consecuencias.

  8. Muy bien, Rosa. Estoy totalmente de acuerdo en todo.

    En Catalunya la huelga fue un éxito digan lo que digan. Y la manifestación también. Yo bajé por Pau Claris, paralela a Passeig de Gràcia, con la gente de CGT (aunque no estoy afiliada a ningún sindicato ni partido, sólo que no me gusta ir con los «grandes») y no recuerdo haber visto tanta gente en Via Laietana desde las manifestaciones contra la guerra de Irak.

    Por aquél entonces la cifra de participantes se estimó en unos 100.000. Hoy dirán otra cosa.

    En cuanto a los disturbios de los tendenciosamente adjetivados «antisistema»: el movimiento antiglobalización es antisistema; el movimiento pacifista es antisistema; John Lennon era antisistema; Gandhi era antisistema, incluso -si me apuras- hasta Jesucristo era antisistema y, que se sepa, ni estos personajes ni estos movimientos tenían por objetivo ni la violencia ni la quema de contenedores.

    Porque para vencer sólo hace falta tener la poderosa arma de la razón.

    Y la razón, justamente, no necesita de ningún tipo de violencia.

    Soy antisistema (anti éste sistema) y no quemo contenedores ni me pego con nadie. Este adjetivo para unos vándalos descerebrados me ofende.

    Ayer llegué a pasar miedo cuando un Mosso d’Esquadra disfrazado de robocop y armado con un fusil enorme miraba en mi dirección mientras trataba de sacarle una foto.

    Os dejo el enlace al álbum que hice con las que saqué (dónde pone web).

    Un abrazo.

  9. araphant

     /  30 septiembre 2010

    Hay algo que no entiendo. Independientemente de la utilidad de la huelga, independientemente de lo necesario de moverse y hacer algo… ¿cómo se puede hablar de éxito de una huelga que no ha hecho cambiar de opinión al Gobierno? ¿Los éxitos de las huelgas se miden en la cantidad de gente que participa? Yo creía que ese era el medio para conseguir un objetivo, objetivo que en este caso no se ha conseguido. Y creo que lo peor que podemos hacer es calificar la huelga de éxito. Porque entonces vamos a pensar que el trabajo ya está hecho, que nosotros hemos hecho lo que se nos pedía: ir a manifestarnos el 29S. Craso error. Queda mucho por hacer. Y la huelga de ayer pone de manifiesto lo que decía Rosa Mª en un artículo anterior: hacen falta nuevos medios de protesta.

  10. Soto

     /  30 septiembre 2010

    Hola Rosa y amigos contertulios:
    Escribe Eva::(((«También me he acordado ayer y hoy de todos esos parados, que ni tienen el derecho a trabajar, ni a la huelga, porque es complicado aplicarla cuando de facto no se trabaja. ¿Qué pasará con ellos?»))),Eva,escribes un comentario ,muy condensado,en pocas lineas ,en la que sacas un retrato muy completa de la huelga ,la Sociedad y su entorno.Si,Eva,es dificil sacar una conclusión certera de la hueaga,debido a los intereses en liza .Una sociedad que está regida por grupos de presión que «inyectan substancia en nuestros cerebros » y nos adormilan.Sinceramente,que es dificil y variopinto los diversos motivos por los que unos y otros iban y no iban a la huega,el concepto que de los sindicatos y partidos tienen los ciudadanos.Lo triste,lo sumamente triste ,es que muchos ciudadanos se echan contra los Sindicatos( muchisimas veces, con muchisima razón) ,pero no saben que muchas cosas del bienestar actual,lo que disfrutamos, es debido al sacrifico ,individual,colectivo,y humano que el Sindicalismo hizo de nosotros.Es triste ver ,que los ciudadanos,una gran parte ,no saben ver,( o no quieren)donde está el verdadero enemigo,no ven que muchas veces son ellos mismos.!Reflexión ,mucha reflexión ,autocritica,pensamiento autoindependiente!fuera criticas bajo «la droga» de la emoción.
    Apertas agrimosas

  11. Zana

     /  30 septiembre 2010

    araphant: como primera medida los trabajadores quizás deberíamos plantearnos NO VOTAR a aquellos partidos que apoyaron la reforma laboral y los ajustes contra los pensionistas y funcionarios.
    Otra medida buena sería que los sindicalistas que ayer pidieron parar no fuesen en las listas de aquellos partidos que son los culpables de esta crisis

  12. Laura

     /  30 septiembre 2010

    Para mi esta huelga ha sido un éxito desde el momento en que vi las calles de Oviedo atestadas de personas manifestándose en contra de la reforma laboral pero, sobre todo, en contra de un sistema injusto, depredador e inhumano.

    Para mi ha sido un éxito porque no esperaba que tanta gente se sumara. Y ver las calles llenas me ha devuelto la esperanza. A pesar de la de mierda que nos meten en la cabeza todos los días desde los medios, de la precariedad laboral y ese largo etcétera que todos conocemos, ayer nos unimos y salimos a la calle.

    Alguien habla de que la huelga no ha servido en cuanto el gobierno no va a rectificar. Era evidente que sería así, pues el gobierno no trabaja ya para sus ciudadanos sino para los «mercados». Pues tumbaremos a este gobierno, y tumbaremos a los mercados.

    Esta huelga, quiero creer, sólo ha sido el principio. Seguiremos adelante y, después de ayer, creo que podemos conseguirlo.

    Votemos a partidos de izquierda, apaguemos la televisión, emprendamos una huelga de consumo, escribamos a todos los sindicatos exigiendo nuevas acciones… Podemos hacer tanto.

    Os dejo un enlace donde creo que se resume muy bien la huelga de ayer y lo que a continuación toca hacer.

    http://www.attac.es/reflexiones-sobre-la-huelga-general-hablemos-claro/

  13. araphant

     /  30 septiembre 2010

    Zana: La primera medida sería buena si no fuera porque en el sistema electoral actual para gobernar no importa el número de votos sino hacer el mejor pacto. Y la segunda también sería buena si los sindicatos no estuviesen politizados, subvencionados y financiados por los partidos.

    Queremos seguir jugando dentro de las normas democráticas como buenos ciudadanos que somos pero no nos damos cuenta de que muchas de esas normas están hechas para que no podamos cambiar nada. ¿Qué puede cambiar una huelga de un día, convocada con tres meses de antelación, ante una ley ya aprobada, y haciendo más presión sobre los que no secundan la huelga que sobre el Gobierno? ¿Qué puede cambiar el dejar de votar a un partido si pueden seguir gobernando en minoría mediante pactos que el pueblo ni siquiera aprueba?

  14. Víctor

     /  30 septiembre 2010

    Ya he vivido unas cuantas huelgas generales y analizando con rigor la convocatoria de ayer, sólo puedo decir que fue un rotundo éxito. No voy a entrar en juzgar la estrategia sindical, si ha sido tardía, si demasiado acomodaticia, …etc… Tampoco merece comentarse las conclusiones de los medios. Después de cada huelga general han sido siempre los mismos, con titulares calcados, basta consultar cualquier hemeroteca. La diferencia es que ahora son muchos más y más apabullantes, como muy bien explica El Descodificador en su indispensable artículo.
    Vivimos en España, pensar que una huelga general solo tiene éxito si el país se paraliza, es de mentes despegadas de la realidad. Todos los votantes del PP estaban claramente aleccionados, con el bombardeo que se llevaba fraguando desde hace meses en la prensa y televisión, con su postura ante la convocatoria: ni se contaba con ellos ni se esperaba otra cosa. Para mí el gran éxito ha estado marcado por la paralización, casi total, del tejido industrial. Es la clave, porque es la base electoral del PSOE. Han sido sus votantes los que han formalizado la ruptura con un gobierno que los ha traicionado. A partir de aquí está la pelota en el campo del gobierno. O sigue forzando la máquina, al servicio del IBEX35 y acompañantes, o empieza a recomponer el contrato con su electorado. Veremos qué pasa y veremos en qué condiciones los sindicatos mayoritarios gestionan este éxito y dejan de batirse a la defensiva en batallas estúpidas sobre el éxito o fracaso de la huelga. Es tiempo de política y los sindicatos deben reivindicar su presencia en la negociación como se merecen. Ojalá no sigamos defraudándonos con todos ellos. Necesitamos un poco de esperanza, al menos unos días.

  15. Pepa

     /  30 septiembre 2010

    Que bien escribes. Leyendote parece todo una novela epica y no la triste realidad.

  16. Me ha encantado el artículo, amén.

  17. jose maria

     /  30 septiembre 2010

    Todos unidos como en la huelga para crear nueva ideas. Un partido con las listas abiertas para todos y ganar las próximas elecciones, para gobernar «nosotros» y no los servidores del gobierno en la «sombra».

  18. En el centro de Barcelona, al medio día, estaba yo. Fueron los encapuchados de los Mossos, los de siempre, quienes quemaron delante de mis morros el coche de la guardia urbana (¿pero quien me va a creer con los voceros de siempre, medios de comunicación del teletipo de la policía, gritando de lo lindo?). Desactivando la manifestación, nada más comenzar, con el espectáculo de turno.

    Más de 5000 personas se congregaron en el piquete unitario en plaza catalunya, delante del Banco liberado. Todo organizado, canalizado, a través de la Assamblea de Barcelona (que se nutre de las asambleas de barrio). Había algún que otro profesor universitario (reconocí a uno de filosofía de la UB), sindicalitas de TMB (transportes metropolitanos de Barcelona), gente mayor bregada en muchas luchas; pero no oiréis su nombre en los telediarios. Assamblea de Barcelona. La horizontalidad asusta. Oiréis sólo el nombre de «okupas», «radicales», «antisistema».

    Os paso un par de fotos de esos «antisistema» que llenaron peligrosamente el centro de Barcelona, a las 12 del medio día. Más de 5000 personas.

    Delante del banco liberado:

    Durante la manifa:

    Permanecer atentos, y activos. Están pasando cosas (aunque no os las expliquen).

  19. Trancos

     /  1 octubre 2010

    En la manifestación vespertina de mi ciudad, me gustó la pancarta que llevaba un chavalito, entre las banderas de los sindicatos convocantes, que rezaba:

    «¡A la mierda el PSOE!
    ¡A la mierda el PP!
    ¡A la mierda Comisiones!
    ¡A la mierda la UGT!»

    ¡Con un par! Los organizadores intentaron quitársela, pero muchos manifestantes lo defendieron.

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