¿Nadie se cuestiona el sistema?

Nos habíamos acostumbrado a vivir en un sistema que, aún en su injusticia, parecía estable. Las noticias traían imágenes de hambrientos y muertos de pobreza pero con menor frecuencia que diatribas entre políticos locales o hazañas deportivas. Que más de mil millones de personas estén en riesgo de fallecer porque no tienen con qué alimentarse, y tres mil millones mal coman y mal vivan, pasaban por ser daños colaterales de una organización social en la que el resto (muchas menos personas) no sufría mayores problemas. “Siempre ha sido así”, nos decíamos. “No podemos hacer nada además”. El egoísmo innato, la ceguera de ignorar los datos que cada día aporta para prever el futuro, la sensación de impotencia.

Cuando el libre mercado quebró hace un año, tras dar serios síntomas en 2007, asistimos impertérritos a cómo los gobiernos inyectaban miles de millones a las empresas para que mantuvieran el status quo. Con nuestros impuestos.

Si nos centramos en España, al mismo tiempo que esa gran crisis mundial nos aquejaba, se hundía también el edificio sin cimientos de nuestra economía. Habíamos construido casas sin tino, para enriquecer a unos pocos, para endeudar a la mayoría y sujetarla al sistema. El turismo se resentía porque a casi nadie con gusto estético le atrae pasar sus vacaciones entre cemento anárquico, precios elevados, mal servicio y mala educación. Y no había mucho más. Carecemos de un tejido industrial potente. Aquí y en todo el mundo desarrollado, el dinero invierte en aire para enriquecerse aún más, no en sectores productivos para la sociedad.

Aquí estamos. Con un periodismo que se ha banalizado en manos de emporios que persiguen también mantener el sistema. Bombardeados con ofertas de compra, hasta de lo inútil, para seguir consumiendo más y que el libre mercado siga su camino. Para enriquecer a unos pocos, insisto, cada vez es mayor la brecha entre ricos y pobres. Cada vez se empobrece más la llamada clase media.

El sistema sigue inexorable su camino voraz. Dos noticias recientes muestran sendos picos de alarma. El paro sigue subiendo en España más que en Europa, pero aún es más intranquilizador saber que más del 40% de los jóvenes menores de 25 años no tiene trabajo, lo que representa más del doble de la media comunitaria. Unámoslo a esta otra cuestión que hoy plantea El País, tras venir avisando largamente incluso en las voces de los políticos: ¿Una generación sin pensiones? Se pregunta el diario. ¿La misma que ahora está en paro? Añado yo. El sistema público se agota y los privados están en cuestión por la crisis. España avanza hacia el envejecimiento sin una solución en el horizonte para los jubilados. Son habas contadas… mientras las cuenten los mismos.

La caída del Muro de Berlín hace 20 años, supuso llevar a la hegemonía mundial en solitario al capitalismo -hasta entonces, curiosamente, habían sido dique de contención el uno del otro, entre dos formas de organizar el Estado-. La izquierda democrática europea –que nada tenía que ver con las dictaduras comunistas- perdió votantes en cascada. Incluso la UE roja, se tornó azul. Quizás fue porque, acomplejada, la izquierda se dejó imantar por la derecha y sus métodos.

Como bebes eternos, inmaduros mentales, a quienes distraen con dulces piruletas, asistimos a esa degradación de nuestras condiciones de vida orquestada por unos pocos con poder: empresarios, políticos que hacen dejación de sus obligaciones de, únicamente, representar a la sociedad y gestionar unos servicios, medios de comunicación, publicidad. Nos va mucho más que ver quién gana en luchas de partido y de partidos, políticos y de fútbol. Mucho más que seguir la intriga de cómo nos han robado, con alevosía y desfachatez infinitas. Estamos atrapados por unos carceleros de guantes de seda pero inconmovibles, despiadados en la decisión de conseguir sus fines: dinero privado, más dinero, para ellos solos. Y somos más. No me cansaré de repetirlo. Tiene que haber una tercera vía. Pero nadie con capacidad de decisión parece cuestionarse el sistema. Ni la mayoría de nosotros. Que cayera el Muro de Berlín parecía imposible, pero fue barrido por las ansias de libertad -y yo lo vi con mis propios ojos-. Vientos de justicia habrán de derribar también su vertiente occidental, ésa en la que vivimos.

18 comentarios

  1. Claro que se cuestionan el sistema: el de pensiones. Si tiene que sufrir alguien las consecuencias de las orgías financieras, que sean los «prescindibles», los parias. Todos. Al grito de «si quiero política social me la pago yo, que el gobierno no tiene porqué tocar mis dineros».

    Una aceptación de lo libeggal que ha empapado mucho más de lo que nos gusta reconocer.

    Y las guillotinas juntando orín…

  2. Muy pocos se cuestionan el sistema, y los que lo hacen aún menos buscan la forma de cambiarlo. Espero que todos estos acontecimentos sirvan para abrirle los ojos a la gente y que empiece a organizarse para construir un mundo mejor.

    Me encanta tu blog, sigue así.

  3. Choni

     /  2 noviembre 2009

    Hace unos días estaba yo en el Ayuntamiento para hacer unas gestiones y en un despacho un empresario y la chica que estaba sentada en la mesa (sería una técnica), estaban poniendo a parir a Zapatero y su política, que los borregos que le votan sólo lo hacen por las ayudas que da al paro, todos unos vagos vamos. Que se deje de políticas sociales, fuera impuestos, que lo que hay que hacer es dar trabajo, que la política social ya se la haría él solito. Eso sí al mismo tiempo estaba pidiendo urgentemente ayudas para los empresarios. Se quejaba de la cantidad de nóminas que tenía que pagar, seguridad social y demás. Tuve que alejarme de allí porque no me veía capaz de estarme callada y me sentía como en una jaula rodeada de fieras con lo cual seguro que saldría mal parada.
    Si esta gente es incapaz de sentir un poco de solidaridad con la gente que vive a su lado, ya ni te cuento con los que están lejos y sólo son números.

  4. Viator

     /  2 noviembre 2009

    Si, el injusto sistema actual sí lo cuestionamos. Claro que a título individual, uno a uno y dando por supuesto que los demás están conformes con él. ¿Falta de coordinación? ¿Falta de convicción?
    Me recuerda aquel viejo chiste de mi juventud en que dos ladrones robaban a cuarenta gallegos y éstos se justificaban diciendo que estaban sólos en el camino. Eso nos pasa a nosotros, los ladrones son pocos y los expoliados multitud, pero estamos solo uno a uno. Cada cual mira para sí y defiende su propio bolsillo.

  5. Víctor

     /  2 noviembre 2009

    Estoy leyendo un libro bastante esclarecedor, “Democracia S.A.” de Sheldon S. Wolin. Su tesis fundamental es que lo que ahora llamamos democracia es un totalitarismo invertido, en que el atosigante poder actual de las grandes corporaciones ocupan, poco a poco, el poder total y en que, a diferencia de los totalitarismos tradicionales, no buscan la movilización de las masas, sino que pretenden convertir a los ciudadanos en apáticos y sumisos, perdiendo toda soberanía y siendo transformados en meros consumidores individuales e insolidarios.

  6. Muy brillante tu artículo Rosa María, como casi siempre.

    Yo creo es mucha gente la que se ha dado cuenta de que este sistema no sirve, pero bastante tienen con sobrevivir en esta locura.

    Haría falta que esta crisis fuese más grave (que sin duda lo será, por que lo que ha fallado, y esta vez definivamente es el propio sistema) para que la mayoría despierte de la pesadilla y empieze a soñar de nuevo. Llegará el día en que las huelgas, las manifestaciones, las protestas dejen de tener indices de participación para pasar a tener participación total, será entonces cuando los 4 que manejan el sistema vean las orejas al lobo y busquen soluciones.

    De todas formas yo veo que ya muy poquita gente se traga los cuentos (veasé Gripe A) y solo hace falta un detonante para que la tercera vía de la que hablas la empiece a ser visible.

    Un saludo

  7. Soto

     /  2 noviembre 2009

    Hola Rosa Maria y amigos bloqueros:
    Creo ,que aunque nos deamos cuenta de que esto no puede seguir asi,hay como una mano invisible que nos «amarra» para que no nos movamos,para que sigamos sentados,anestesiados.;existe un extructura mental dentro de nosotros que nos invalida el movimiento.No se como explicarlo.Quizás esa inamovilidad este motivada por ser conscientes de la imposibilidad de hacer algo positivo y por otra parte nos sentimos bien…no se..no se..huele a esquizofrenia social.
    Apertas agarimosas

  8. Creo que el libro que está leyendo Víctor es bastante lúcido y que muestra la realidad. En Estados Unidos el poder real no lo tiene su presidente sino los poderosos lobbies de las multinacionales energéticas-farmacéuticas-armamentísica y que además financian las campañas de los candidatos. En los demás paises tambien pasa igual :la a Democracia está secuestrada por el poder económico y financiero: China puede es una dictadura comunista y no se respeta los derechos humanos pero se le perdona todo porque ha abrazado el capitalismo salvaje y las leyes del mercado; si en Cuba pasara lo mismo veríamos a Aznar, Aguirre y a Diaz Ferrán hacerle la pelota y adulando a Fidel Castro.

  9. Hace 24 años:

    Ven saltando el muro de Berlín.
    Ven hacia este mundo libre, sonriendo,
    pronto verás con tus ojos fatigados
    Nuestra bendita libertad.

  10. Doña Rosa, ¿porqué dice vd. «cuando el libre mercado quebró hace un año…»? Este sistema sigue vigente aún. No hay alternativas fiables ni válidas. No se derribó ningún muro, ni hubo un éxodo masivo de gente hacia ningún lugar. No hubo espectáculo ni acto simbólico que recogiera las esperanzas de millones de personas que buscaban un mundo mejor. No hubo brazos abiertos ni alegrías por reencuentros.

    El sistema de libre mercado sigue vigente aún. Peor, se ha pervertido por otro cuya máxima es «socializar las pérdidas y privatizar las ganancias». Exactamente igual que el comunismo antes de caer, sólo que con otras ropas y colores: Una clase privilegiada, que vive y decide a lo grande, sin importarle las consecuencias, y una «clase media» que está condenada a soportar los errores de lo que decide la clase alta, pero sin disfrutar de sus privilegios. La clase media, por supuesto, tiende a la baja.

    Y creo que esto no cambiará en tanto la «clase media» siga con sus intentos de ascender a costa de lo que sea hacia la «clase privilegiada». Es decir, un constructor, un promotor, un político (por decir tres ejemplos típicos) no se resigna a su estado social, tiende a aumentar sus privilegios, a pertenecer a la «clase alta», codearse con ellos como mínimo. Y todo ello por méritos propios.

    Lo peligroso del asunto es que, gracias al sistema antes mencionado, aunque sus empresas se vayan a pique, sus ganancias están bien pertrechadas en paraísos fiscales, cuentas blindadas, montajes de sociedades fantasma, etc., de tal manera que seguirán manteniendo su nivel de vida, aunque al otro lado de la valla la ruina se adueñe de aquellos que confiaron en su gestión. O que acepte unos pocos meses de cárcel, como cláusula del invisible contrato de rápido enriquecimiento para luego a vivir a cuerpo de rey.

    Insisto, como moraleja y conclusión: no se protesta o se continúa con este sistema porque muchos creen ilusamente que algún día serán ricos y dejarán atrás esta posición tan amenazada por las sombras. Por «méritos propios» (por ej., que le toque la lotería).

  11. A este gobierno, como a todos les interesa que el ciudadano siga aborregado. Hay corrupción por todas partes y el paro sigue subiendo y la gente sigue viendo su partidito de Champions y el culebrón de turno.

    Nos hemos convertido en seres hibernados y no nos hemos dado todavía cuenta.

  12. Un amigo mío me envío este vídeo de una entrevista a la ex-ministra de Sanidad de Finlandia..

    Llega un momento que uno no sabe si son paranoias, proclamas anti-sistema, rabietas ante un cese.. ó tal vez..

  13. Rosa María: Antes de ingresar a su blog leí lo de Diaz Ferrán, el privilegiado señor que va a recibir un crédito de otros 24 millones de Caja Madrid. Este individuo es la radiografía del sistema. El exponente de la dirigencia empresarial española. Durante la gestión de Aznar el Gobierno le facilitó mas de 300 millones de euros para la compra de Aerolíneas Argentinas. Los derivó a donde le cupo la gana. Ahora muy graciosamente Caja Madrid le otorga otro crédito millonario.
    Es igual que los casos de corrupción. Cuando mas corrupto el funcionario, cuanto mas dinero se hizo pasar por debajo del escritorio,mayores son los cargos a los que se le destina en la Administración pública . Depende el partido al cual represente.
    Un dia de estos el Pueblo se va a cansar .

  14. Daniel de Vega Díaz

     /  4 noviembre 2009

    La mayoría de los jóvenes ya experimentamos la esclavitud del sistema de primera mano, hipoteca a 30 años y el sueldo mileurista, y esta vez nos damos cuenta de que no somos nosotros que estamos en el tercer mundo.

    El discurso de la entrada diría que se ha quedado gastado. Porque toca actuar, proponer… economía social, cooperativas de consumo responsable, etc. O anticapitalismo del genuíno: insolvencia frente al sistema y alternativa en el apoyo de una economía de grupo y de intercambio.

    # Lampuzo. Mucho mejor vídeo el de ‘Firewall’ http://www.youtube.com/user/BocataDeRealidad#p/u/54/TWqdgIQSrmk

    Al menos propone una solución, declarar la bancarrota general y paralizar los embargos.

  15. Daniel de Vega Díaz

     /  4 noviembre 2009
  16. acordeonista

     /  5 noviembre 2009

    He leído ¿NADIE SE CUESTIONA EL SISTEMA?. Me siento, de nuevo impactado, de nuevo retado. Parece que todo se ha dicho sobre la crueldad del sistema impuesto. Pero, creo que no consigo saber las propuestas para cambiarlo, derribarlo, mejorarlo o sustituirlo. Soy mal lector aun así, capto esta sensación, que resulta realmente preocupante en la que la indefinición del camino que hay que tomar no es asumnida por nadie que yo conozca.
    Empiezo a necesitar salir de esa encerrona. ¿Comenzamos la tarea?.

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