Récord: más de mil millones de pobres

La ONU anuncia que este año, por primera vez en la Historia, se ha sobrepasado la cifra de 1.000 millones (son 1.020 millones) de personas que se encuentran en pobreza extrema, ésa que acarrea vivir con hambre y, literalmente, morir por no comer. 2008 se saldó con 963 millones, 40 millones más que el año anterior encuadradas en este segmento. Algo así como la población autóctona de España. Despertémonos un día sin disponer ni de «una taza de alimento» -así lo concreta una de las responsables del programa de Naciones Unidas-  que meter en el estómago ¿Pediríamos la solidaridad de los vecinos o nos tomaríamos la justicia por nuestra mano? Existen, además, 3.000 millones de desnutridos.

La –llamada- ayuda alimentaria se ha reducido a la tercera parte este año “por la crisis”, llegando a «mínimos históricos». Sólo se han obtenido 2.600 millones de dólares de los 6.700 millones presupuestados para 2009. (Recordemos que a bancos y grandes empresas en apuros se les han regalado 2 billones, en los cálculos más recatados). La directora del Programa Mundial Alimentario, Josette Sheeran, ha remarcado que, con «menos del uno por ciento» de las inyecciones económicas de los gobiernos para salvar al sistema financiero global, se podría resolver la calamidad de millones de personas que son víctimas de la hambruna. Otro de los problemas nuevos, es que, al mismo tiempo, se les han encarecido los alimentos porque también se han convertido en fuente de especulación. Cuando, a diferencia de otras épocas, hay suficiente comida para todos, pero terriblemente mal distribuida. Naciones Unidas lo califica como “una receta para el desastre”.

Lo escribí en los primeros días de este blog: África –una de las zonas más afectadas- es un continente muy rico: petróleo, oro, diamantes, madera, coltan -para los indispensables móviles-, pescado, que está quedando como almacén de materias primas para las grandes multinacionales, que los esquilman. Los africanos, además, tienen que competir para su comercio con las subvenciones agrícolas que EEUU y la UE destinan a sus terratenientes, mil millones de euros diarios. Es decir, dan a sus ricos ciudadanos mil millones de euros para cultivar maíz y otros productos, y se los niegan a los seres humanos. Son las reglas del comercio internacional.

Cuando escuchamos que, generosamente, a veces se les condona la deuda contraída ignoramos tal vez que es a costa de entregar sus servicios públicos al monopolio de multinacionales extranjeras. Rafael Díaz- Salazar, profesor de Sociología de las Desigualdades Internacionales, de la Universidad Complutense de Madrid, concretaba un caso entre muchos, en un reportaje en el que le pregunté:

“El FMI obligó a Uganda a privatizar todas sus empresas públicas. Los expertos británicos calcularon el valor esas empresas en 500 millones de dólares. La venta se materializó en 2 millones. Y exigieron a los ciudadanos de un país, tan pobre, que pagaran tasas por los servicios, incluidos los de salud”.

Sus gobiernos corruptos –que se esgrimen como excusa- están sustentados por Occidente, por empresas privadas. De vez en cuando, se produce un conato de rebeldía. Un pueblo que asalta una fábrica, noticia que no aparece en los periódicos del primer mundo. Va el Papa y les desaconseja el condón para que las mujeres, sin rechistar -porque están consideradas poco más que animales, de carga y para uso y disfrute del hombre-, sigan pariendo un número desproporcionado de hijos. Ponemos freno a sus pateras, limitamos los derechos que asisten a todo ser humano por el hecho de serlo. ¿Hasta cuándo aguantarán?

Vidal-Beneyto lo concretaba el otro día en un artículo que cito por tercera vez: El patrimonio de las 10 personas más ricas del mundo es superior a la suma de las rentas nacionales de los 55 países más pobres. Y hacía un llamamiento a la sociedad para que no lo consienta.

¿Cómo el sistema en el que vivimos puede mantenerse con mil veinte millones de personas –y en cifras en ascenso- que se mueren de hambre y tres mil millones más que apenas tienen qué llevarse a la boca? ¿Qué libertad invocan nuestros próceres? ¿La de unos pocos que se enriquecen a costa de los demás? ¿Con qué derecho?

¿Qué desastre nos anuncia la ONU? ¿Los aluviones de muertos de hambre o la toma por la fuerza de las “Bastillas” de hoy, las bolsas de valores y los centros de poder? No es caridad, es justicia. No es limosna, es derecho. No es ni tiranía del Estado ni liberalismo, debe ser equilibrio.

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11 comentarios

  1. Soto

     /  16 septiembre 2009

    Hola Rosa Maria y amigos Bloqueros:
    Lo peor de todo esto ,es que llega un momento que se lee y se ve en Televisión este»genocidio» y seguimos anestesiados en la sensibilidad ante este drama humano.Me quedo con con tu parrafo:((«esa que acarrea vivir con hambrey literalmente ,morir por no comer»)).El leer esto tendria que producirnos «escalofrios en el alma».¿Porque estamos tan astenesiados?Muy cerca de donde somos ,se pasa hambre y seguimos indiferentes…..
    Gracias por estes Post que nos debia estimular al maximo la sensibilidad humana.
    Apertas agarimosas

  2. Doña Rosa, felicidades por esta entrada. Firme, sin concesiones, con conocimiento de datos y visión histórica.

    Yo añado más: estos tiempos que corren son cada vez más parecidos a los post-revolución industrial, en donde se trabajaban muchas horas diarias, en condiciones insalubres, niños, mayores, enfermos, sanos, hombres, mujeres, por una ínfima cantidad. ¿Cómo se ha llegado (y lo que nos queda) hasta este punto de involución?

    Después de la S.G.M, EEUU creó el plan Marshall: ayudar a la devastada Europa a reconstruirse. Hasta aquí loable, lo que han presentado ante la Historia.

    Lo que no dicen son los objetivos «ocultos» de dicho plan: 1.- Endeudar fuertemente a los países de la OTAN por razones estratégicas. De país-colonia, ha pasado a país colonizador. El ejemplo más flagrante de esto es el Reino Unido. 2.-Frenar la influencia soviética entre las grandes masas obreras, desmoralizadas por la guerra. 3.-Deshacerse de los grandes «stocks» que sus fábricas acumulaban en sus almacenes por sobreproducción durante el conflicto, y que con si fin, los países ya no necesitaban (o no podían) consumir, y prevenir así una grave crisis económica interior. 4.- No se dio a cambio de nada: además de la deuda en sí y sus intereses, muchos países vieron sus patentes, sus cerebros, sus ingenieros y sus diseños y descubrimientos pasar a manos de empresas estadounidenses, que por supuesto, se los llevaron todos para sus sedes centrales. Con la guerra terminada, ya no existían enemigos, así que muchos ingenieros alemanes, con sus estudios, datos, diseños, etc., se vieron obligados a «migrar» a los EEUU a cambio de inmunidad judicial, familiar, alimentos y medicinas para sus lugares de nacimiento, etc.

    Desaparecido el enemigo con la caída del muro de Berlín y la perestroika, las grandes multinacionales ya no tuvieron razón alguna para permanecer en Europa, y empezó la «globalización»: un eufemismo que viene a definir el lento e inexorable retorno a los «buenos» tiempos de la revolución industrial: salarios bajos, jornadas larguísimas, cero protección social y sanitaria, pobreza cada vez más acuciante y extendida… Como entonces, el descontento social que desembocó en una guerra también está asomando en la actualidad, pero no sólo en Europa, sino en todo el mundo.

    La próxima guerra mundial será en Asia: de un lado, India, Israel y EEUU contra China y el mundo musulmán. Y con EEUU, entrarán Europa, Japón y parte del sureste asiático. Rusia permanecerá neutral, pero aprovechará el conflicto para resolver unos cuantos asuntos internos en el Cáucaso y otras regiones a cambio de la vista gorda de Occidente por apoyos no declarados en sus territorios…

    No, no es nada halagueño el futuro que nos viene.

  3. Lo que sorprende es que no haya dinero para evitar tanta pobreza o tal falta de alimento en países subdesarrollados aunque sea en una pequeña parte, y sí lo haya para pagar los millones al querido Cristiano Ronaldo (mileurista por hora).
    Sin contar con que lo que ha dicho Arturo Espada es cierto, aunque se despistó del detalle que prestando ese dinero a Europa (más concretamente a Alemania) se quedó también en bancarrota… pues Alemania debía pagar reparaciones de guerra y demás a Inglaterra y Francia pero no tenía un duro… EE.UU. le prestó dinero para que pagase su deuda, aunque no prestó atención a que no prestaba nada. Pues Inglaterra y Francia también debían dinero a EE.UU. por sus ayudas económicas durante la II G.M. Esto resulta como el perro que se muerde la cola:
    EE.UU presta dinero a —>Alemania paga deuda a—> Gran Bretaña y Francia—> pagan deuda a EE.UU…. sino me equivoco, pues ando algo verdito en cuanto a historia.

  4. Me deprime leer algo así pues tengo muy claro que nadie le va a poner remedio.
    Gracias en cualquier caso por informarnos. Al menos no estaremos en la inopia como tantos y tantos otros.

  5. Rosa Maria porque no le mandas este post a Barroso-Borroso elegido de nuevo hoy y qué tanto promete?…………………..

  6. lois

     /  16 septiembre 2009

    UBS recomienda a España una rebaja de los salarios de un 10%
    El banco suizo apuesta por recortar los sueldos reales para recuperar la competitividad.- Prevé que la tasa de paro pueda superar el 20% al menos hasta 2010

    http://www.elpais.com/articulo/economia/UBS/recomienda/Espana/rebaja/salarios/elpepueco/20090916elpepueco_14/Tes

  7. Una vez triunfante el ultra liberal Ronald Reagan su gran objetivo es eliminar todo lo que estorbara a cualquier intercambio económico en el mundo y, cómo no, especialmente en el ámbito de las finanzas, para lo que lideró una liberalización financiera global total. Claro, ¿Quiénes pueden ser aquí los beneficiarios, nosotros no por supuesto, sólo y únicamente las grandes multinacionales anglosajonas. Los blancos de toda la vida.
    Esto se llama vasallaje amigos. Un avasallador proceso de liberalización que suprime todo posible control de crédito y la autonomía de los respectivos bancos centrales con una ausencia de regulación de los tipos de interés; libertad absoluta de los flujos internacionales de capitales; el libre acceso al sector bancario, etcétera.

    Resultado: acumulación financiera apoyado fundamentalmente en las bolsas de valores y en la generación de beneficios. Toda una revolución capitalista, sí señor.. Y que le den por dónde amargan los pepinos al personal, idiota y domesticado.

    Los resultados del asalto al tren del dinero ofreció desde el inicio pingües beneficios a los Hermanos Dalton: accionistas, directivos y empleados, que se distribuían las ganancias en productividad, bajo la dirección y control de la tecno estructura. ¡Qué festín, y es legal, y no por una sola vez, que alegría!, ¡Viva Ronald and Margaret!.

    Y la evolución de las ansias de poder, de dinero, se tradujo en un cambio de la economía real o stakeholders por el shareholders o tenencia de acciones, lo que se vende son ellas mismas reduciendo el número de acciones para poder aumentar así el valor de cada una de ellas aunque el valor total no cambie. Una merienda de negro muy entretenida para quien sepa jugar y aguantar el tipo.

    Por tanto, el único referente que cuenta desde ese momento es la cotización de las acciones, el único mercado que existe es la bolsa de valores. La financiación de la realidad económica ha utilizado un dispositivo muy eficaz para asegurar y acelerar su decurso, los fondos de inversión en sus tres principales formas: fondos mutuos -mutual funds-, fondos de pensión y fondos especulativos -hedge funds- con su última variante: los fondos-buitre. Este montaje sí que ha dado dinero a los que se les ha permitido jugar de espaldas a la sociedad y para ellos solos. A españlds de los pueblos con la aquiescencia de Gobiernos y Bancos Centrales. ¡A jugar, que ahora podemos especular con lo que queramos. Una de las formas preferidas de especulación, de las más diver, era especular contra los países más pobres y necesitados del planeta, comprando de rebaja en los mercados secundarios su deuda, para apoyados en tribunales de Estados Unidos reclamar judicialmente luego el importe íntegro de la misma más los intereses.
    Eso se llama ser indecentes. Compro la deuda de un país, me voy al tribunal, lo denuncio, y gano los intereses acumulado hasta el tiempo que compro: pago 10 y me llevo 33 de una sola tacada. ¡Viva Ronald and Margaret!, ¿Y vivan los tribunales de justicia del Mundo entero a nuestro servicio!. De todas formas da igual, “La Masa es idiota” y siempre estará desprotegida ante nosotros que lo tenemos todo, ejércitos, tribunales a nuestro favor, Gobiernos bien untados, etc., etc., ¿qué podemos temer?.

  8. apajerabierta

     /  17 septiembre 2009

    El hambre que padecen esos mil millones de personas si que es una crisis y no la que tenemos nosotros en los llamados erróneamente países civilizados.
    Pero desgraciadamente soy muy pesimista sobre su solución. Es más creo que por inmoral que nos parezca es inevitable. Hoy somo entre 6000 y 7000 millones de seres humanos y aumentando. Aunque hoy puede ser que la Tierra tenga capacidad para alimentar a toda su población, (es más un problema de «mercados y distribución» como hemos visto ayer cuando los productores de leche tiraban metros y metros cúbicos a la tierra en protesta por los bajos precios), no es menos cierto que vivimos en la superficie de un mundo esférico y por tanto limitado, donde por tanto no se puede crecer ilimitadamente. La capacidad de sustento del planeta ha sido superada varias veces (más escandalosamente por nosotros, habitantes de países «desarrollados). La consecuencia de este «overbooking» son y seán más en el futuro guerras por los recursos y hambrunas, hasta que se alcanca una población estable y alimentable (y esperemos que menos codiciosa)

  9. Laura

     /  17 septiembre 2009

    El problema es, Apajerabierta, la codicia. Cierto que no se puede crecer ilimitadamente y que la tierra soporta una población en aumento. Pero el error está en creer que los millones de habitantes del planeta debemos vivir según las reglas de la superabundancia occidental. De esa manera, es seguro que el planeta no puede producir todo lo que demandamos.

    Es necesario llegar a un punto de equilibro entre los que lo tenemos todo (incluyendo lo superfluo) y los que no tienen nada. ¿Podemos hacer algo? Sí, podemos pensarnos dos veces si necesitamos todo lo que tenemos y aprender a vivir con menos. Eso es una decisión personal que cada uno puede tomar y para la que no hace falta la intervención de la ONU o del FMI.

    Aunque, por supuesto, debemos exigir a los organismos y gobiernos nacionales e internacionales que tomen las medidas oportunas para acabar con tan tremendas desigualdades. La crisis, y los millones que se han entregado a los bancos, han puesto de manifiesto que sí hay recursos para acabar con la pobreza, pero que (como todos adivinábamos), no hay voluntad.

  10. apajerabierta

     /  17 septiembre 2009

    Efectivamente Laura, posiblemente la única acción que podemos tomar, es optar por la frugalidad a nivel personal. Además , si lo hacemos es importante la actitud con lo que lo hacemos. Me explico: si pensamos que nuestro «sacrificio» e efectivo en 1/6.000.000 partes, la verdad que es desmoralizante y desmotivamente y al final decides dilapidar «a pajera abierta» y disfrutar «lícitamente de la vida». Pero si la opción de frugalidad se toma por convencimiento, por Amor (con A mayúscula») y siendo consciente de que esa opción, aparte de mejorar el mundo, nos va a hacer más felices (aunque seamos menos propietarios) será más perdurable en el tiempo e incluso tenga un mayor efecto de arrastre.
    LO que pasa que vivimos tiempos en los que la frugalidad está hasta mal vista, ya que el motor de la economía es el egoismo y la codicia, «virtudes» que han sido elevadas por el sistema a la perfección y que todos los dias durante muchas horas al día en todo el ambiente que nos rodea son publicitadas hasta casi el nivel de lavado de cerebro.

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